Saturday, October 30, 2004

Hasta que la muerte os separe


- ¿Juras amarle y obedecerle hasta que la muerte os separe?.
- Sí, lo juro.

Aquí empieza la violencia doméstica, de género, dicen. Pero no es una cuestión sexual generalizada entre hombres y mujeres. La violencia de género se da entre parejas, personas que se supone están o han estado relacionadas sentimentalmente. Entre matrimonios de muchos años y entre novios que ven frustradas sus aspiraciones matrimoniales. En la violencia doméstica hay una fuerte carga de frustración sentimental acumulada.

Amarle y obedecerle hasta que la muerte os separe. Hay que saber lo que se firma y hay que saber si el contrato no está redactado por el diablo. Desde luego la intervención de Satanás en el asunto es manifiesta, el cura que ata el contrato entre hombre y mujer deja bien claro que el adulterio se castiga con el infierno. ¿Tiene validez legal un contrato en el que uno acepta ser torturado eternamente en caso de incumplimiento? ¿Es lícito forzar a alguien a comprometerse a obedecer a otro en toda circunstancia, incluso cuando las órdenes no le gustan?.

Ese tipo de contrato es la base de la familia. La institución familiar. Ese lugar dónde el hombre está atado de por vida a una mujer que está atada de por vida a él. Aceptado voluntariamente, o más o menos presionados por la familia, sociedad, intereses económicos, el matrimonio es una condena perpetua al aislamiento en celda doble y en la mayor parte de los casos conduce a una profunda insatisfacción sexual y sentimental. Una cáscara llena de podredumbre, los maridos se van de putas para aliviarse, mientras que el mayor deseo sexual de las esposas es que su hombre no las toque,... represión, tristeza, falta de satisfacción, violencia, los niños castigados. La familia.

Existen los afortunados que escapan por el agujero del divorcio, pero son los menos. Es caro y complejo, qué dirán, de qué viviré, es pecado... Y existen "las personas que se preocupan", las voces que hablan de fomentar el divorcio como solución al problema de la violencia en el seno de la familia, hay personas que tratan de resolver parte del problema proporcionando ayuda psicológica para superar esos miedos al qué dirán, se habla de garantizar unos mínimos económicos a las mujeres maltratadas para que puedan vivir independientemente, se dice, se escribe, se discute, y mujeres y niñ@s mueren mientras tanto.

Y no se habla del pecado, que curioso. El principal argumento contra el divorcio, "lo que Dios ha atado...". La amenaza del infierno esgrimida hoy en día por determinada secta oscurantista. El mayor obstáculo al derecho de las personas a cambiar de pareja varias veces a lo largo de su vida, y a mantener unas relaciones sexuales y sentimentales libres y satisfactorias, es el miedo al pecado, a que el cura te condene en la misa del domingo hablando de los malos cristianos que se divorcian, el miedo al Infierno.

Es pecado divorciarse, es pecado el contacto sexual que no sea para la procreación, es pecado usar condones, es pecado mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio, es pecado la felación, el cunnilingüus, la homosexualidad, el lesbianismo, es pecado de pensamiento mirar a aquella chica con minifalda y es pecado decir que ese actor tiene el culito no sé como, es pecado educarse y hasta informarse sobre el sexo.

He aquí las principales causas de la violencia doméstica. El esfuerzo de la jerarquía católica por controlar las relaciones emocionales y sentimentales de las personas, su éxito en imponer en nuestras mentes el matrimonio heterosexual indisoluble como la única forma aceptable de relación familiar. La represión de la sexualidad y el miedo al castigo como base de las técnicas de control mental que LSJC(La Secta Judeo Católica) utiliza para controlar a sus adeptos. Esa secta programa desde pequeños a los seres humanos bajo su influencia para hacerles ver sus instintos básicos y necesidades fisiológicas como algo negativo, algo malvado que merece ser castigado. Cuando una aberración de este tipo es introducida en tu mente, en el subconsciente, produce reacciones horribles en el comportamiento de las personas. La frustración sexual y amorosa genera casi inevitablemente una actitud violenta hacia la persona que consideras debería atenderlas, tu pareja. De ahí el divorcio a tiempo, para evitar males mayores, para que puedas buscar lo que realmente necesitas en otro sitio. Pero es pecado. Crear un complejo de culpabilidad por tus sentimientos naturales es el mecanismo por el que ellos, los programadores mentales de LSJC, nos esclavizan.

Por ejemplo, si te convencen de que beber agua es una afrenta a la diosa Tierra, y llegas a creer que si bebes serás castigado a que tu alma vague sin descanso eternamente, estás perdido. Cada vez que impulsado por la necesidad bebieses agua te sentirías culpable, tendrías un terrible miedo a estar sufriendo por toda la Eternidad. A partir de ahí el guión es igual en casi todas las películas: vas donde el chamán, reconoces tu esencia de indigno pecador, compras el amuleto que te permite beber agua y todo arreglado.