
Pero esto es una suposición ridícula, ¿verdad?. ¿Cómo te van a convencer de qué es pecado beber agua?. Sin embargo parece fácil convencernos de que es pecado comer carne los viernes, y forrarse vendiendo bulas papales. Hasta 1831 era pecado mortal (mortal de hoguera)decir que La Tierra no era plana, o que giraba alrededor del sol. Durante siglos esta secta que nos domina mentalmente ha estado quemando personas y libros de otras culturas, de TODAS las otras culturas que sabían que la tierra era redonda, incluidas culturas europeas como la griega que ya había medido el diámetro del planeta. Por no hablar de chinos, egipcios, mayas, hindúes,... Por todo el planeta se erguían observatorios astronómicos en la misma época que en Europa, después de quemar todas las hojas del Arbol del Conocimiento, se quemaba a las personas que mantenían su capacidad de pensar libremente. Incluso ahora, hoy, es pecado creer que la Teoría de la Evolución es cierta. Esta secta persigue sistemáticamente el conocimiento porque la ciencia pone al descubierto el absurdo de las supercherías en las que se basa.
La base del dominio mental que LSJC ejerce sobre sus adeptos es la aberración psicológica de hacernos percibir los impulsos sexuales escritos indeleblemente en nuestra cadena genética como algo malvado, la parte baja de nosotros mismos que si se expresa debe ser y será castigada: apedreamiento e Infierno para l@s adúlter@s. El desconocimiento es su arma, el niño no debe ir a hablar con el tutor cuando sienta su primera erección, el niño debe angustiarse, el niño debe sentirse culpable en la oscuridad de su cuarto, toda esa fuerza vital hay que convertirla en angustia, culpabilidad, miedo. Por eso en su programación mental, en todo el segundo estadio (de los siete a los catorce años) los programadores católicos ponen especial atención, en advertir a los niños de “los peligros de la Carne”, en el poder de Dios y lo doloroso de su infierno, presentan el sexo como algo sucio, malvado, un defecto, un crimen.
Cuando llega el momento en que la energía vital explota en Homo y Lady Sapiens y les hace saber que son capaces de trasladarla y contribuir, por tanto, a la pervivencia de la especie, sucede algo inhumano. Esa primera erección que debía ser un motivo de alegría, que debía ser algo esperado de antemano, al igual que la primera ovulación, se convierte en una vergüenza, posiblemente un pecado. En este momento psicológico intervienen los programadores más profesionales de LSJC, los consultores espirituales, sus consejos van destinados a mantenerte reprimido sexualmente, a convencerte de que eres malo, pero tienes salvación siempre que le obedezcas, que te reprimas, que le des dinero, que pierdas el tiempo rezando cuando lo que quisieras y deberías hacer es follar como un conejo y estudiar el Kamasutra a tope.
La represión sexual es el primer paso (empujón) hacia el verdadero infierno. Cuando la energía vital choca con la angustia, el miedo y/o la represión, la vitalidad se transforma en agresividad y violencia, la alegría en tristeza, las obsesiones se hacen dueñas de la mente, aparece todo tipo de perversiones en las inevitables fantasías sexuales, y la autocondena y el miedo al castigo crecen y te dominan. En ese momento la persona se convierte en marioneta de la secta que controla su comportamiento sexual y sentimental y que tiene la llave para salvarle del merecido castigo a su maldad. Y ya está en el infierno, en ese valle de lágrimas al que LSJC condena de por vida a sus adeptos, para poder explotarles espiritual y económicamente con la promesa del paraíso eterno post-morte.